Ingredientes:
8 0 12 cigalas (2 o 3 por persona)
1 zanahoria
1 cebolla
1 puerro
3 tomates maduros
50 gr. chocolate amargo o cobertura
1 copa de coñac
1 vaso de vino blanco seco
Caldo de pollo o de pescado o agua ½ l aproximadamente
Harina
Sal
Pimienta negra
1/2 curaradita de canela molida (de las de café)
Aceite de oliva.
Para la picada:
10 almendras tostadas
10 avellanas tostadas
2 dientes de ajo
Un poco de perejil
Primero freiremos las cigalas en aceite de oliva y reservaremos.
Trocearemos el pollo en trozos regulares (3 o 4 por cada ¼), salpimentaremos y lo rebozamos en harina y freímos en una cazuela con el aceite de freír las cigalas a fuego fuerte hasta que coja un bonito color dorado. (Podéis añadir un poco más de aceite para ello y luego dejar el justo para freír en el las verduras).
A continuación, añadimos las verduras ya lavadas y troceadas, dejándolas cocinar hasta que se doren. Añadiremos la copa de coñac y flambeamos. A continuación agregamos tomate rallado o cortado a trozos pequeños y la canela y dejamos unos minutos hasta que se fría, luego el caldo o agua y dejamos cocer durante 20 minutos.
Mientras tanto hacemos la picada con las avellanas, almendras, ajo y perejil.
Sacamos de la cazuela los trozos de pollo y pasamos la salsa por el pasapurés, o batimos con la batidora. Volvemos a poner el pollo en la cazuela junto con las cigalas cubrimos con la salsa pasándola por un colador y añadimos el chocolate rallado o picado muy fino.
Cocinamos a fuego suave hasta que éste quede bien integrado en la salsa, rectificamos de sal y de caldo dejamos cocinar a fuego lento otros 20 minutos. Añadimos la picada y dejamos 5 minutos más.
Esta mucho más sabroso de un día para otro. Podéis hacerlo a la noche para comer al día siguiente.
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