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martes, 12 de junio de 2018

Sánfaina


 La sánfaina (chanfaina o pisto en la mayoría de sitios de España). Es una receta fácil, económica, saludable y deliciosa. Como tantas y tantas recetas tradicionales, la sánfaina tiene algunos  trucos de familia según la casa en la que se cocine y alguna que otra variante, pero en esencia es un sabroso guiso de hortalizas de la huerta mediterránea que va bien con casi todo, ya sean carnes, pescados o incluso huevos.

Aquí os dejo mi receta de toda la vida.




 Ingredientes:
Una cebolla gorda o dos medianas
Tres o cuatro dientes de ajo
Un pimiento rojo (tipo morrón)
Un pimiento verde (igual que el rojo o dos de tipo italiano)
Una berenjena
Un calabacín
4 tomates maduros
aceite de oliva
sal
Un vaso de vino blanco seco




Cortaremos  todas las verduras en brunoise  (cuadraditos) de un dedo de grosor aproximadamente o en Juliana pero de unos tres centímetros de larga. Los tomates sin piel y  cortados un poquito más pequeños que la verdura.
En unas cuatro cucharadas de  aceite de oliva a fuego moderado, echaremos primero la cebolla  y los ajos fileteados y un poco de sal (para que suden las verduras y suelten todo el sabor y se cuezan antes) y pasados unos dos minutos los pimientos y así con la berenjena y después el calabacín, añadiremos el vino y dejaremos cocer unos tres o cuatro minutos más y por último el tomate, rectificaremos de sal y dejaremos cocer el conjunto unos diez minutos más a fuego lento (los cinco primeros minutos tapado para que ayude a cocerse mejor).



Este es un plato que podéis dejar hecho con anterioridad (de un día para otro), eso ayuda a que se concentre mucho más los sabores.


lunes, 4 de junio de 2018

Espárragos verdes a la brasa

 Como estamos en plena temporada de espárragos, hoy os traigo esta sencilla receta de espárragos verdes a la brasa.
Acompañados de una buena salsa romesco hacen las delicias de los más sibaritas. Espero que sea de vuestro agrado.




 Los espárragos fueron introducidos en España por los romanos y rápidamente se convirtieron en uno de los vegetales favoritos de la burguesía.
 Hay tres tipos de espárragos;  los blancos, los verdes y los silvestres (los verdes y los silvestres son los  más saludables. Tienen un sabor ligeramente amargo y son excelentes diuréticos).
 Estos últimos son una variedad totalmente diferente ya que nacen espontáneamente en el campo; son los llamados trigueros o también amargueros. El calificativo de trigueros lo obtuvieron en tiempos muy antiguos, cuando se recolectaban en los campos de trigo de las comarcas rurales de Extremadura y Andalucía antes de que brotara el cereal. Alrededor de este producto suelen surgir equívocos, a veces de manera intencionada. Por ejemplo, no hay que confundir estos espárragos de campo con los verdes cultivados; estos últimos se venden a lo largo de todo el año en la mayoría de los establecimientos comerciales (en las últimas décadas los comercializan como trigueros, aunque ese nombre no sea el correcto). Hoy en día, y debido a las técnicas intensivas de arado, las esparragueras han desaparecido casi por completo de los terrenos cultivados y hay que buscar los trigueros en los bosques, encinares, olivares o pinares.
 Los  espárragos blancos son los que  han crecido bajo tierra y se han recolectado cuando son brotes (todavía no han salido a la superficie), los espárragos verdes y trigueros han salido enteros y han recibido la luz del sol.
 Esta maduración al sol hace que los beneficios de los espárragos verdes sean mayores, ya que contienen muchos más nutrientes que los espárragos blancos.



Ingredientes:

6 a 8 espárragos verdes por persona (Según tamaño)
sal  
unas gotas de aceite de oliva

 Lavar y secar los espárragos, y ponerlos a asar en una parrilla o plancha bien caliente, añadir sal al gusto (añadir unas gotas de aceite si los hacéis a la plancha) dar la vuelta cuando veáis que empiezan a tomar color (3 a 4 minutos).
Una vez hechos emplatar y servir calientes acompañados de salsa ROMESCO o salsa para Calçots.

 La mejor forma de asarlos es en barbacoa o brasa de leña o carbón.


Podéis servirlos tanto de primer plato como de guarnición de carnes o pescados.